Los hábitos de los españoles en sus viajes han cambiando profundamente en estos años a pesar de la crisis. En primer lugar en tiempo, se acabaron las vacaciones largas que en muchos casos se disfrutaban de golpe, todo un mes de verano. Ahora se distribuyen más, en desplazamientos más cortos en duración pero en muchos casos, más largos en distancia.
Los viajes al extranjero requieren una mayor planificación, trámites, cambio de divisa, contratar una tarifa roaming para nuestro teléfono… y por supuesto, protegernos ante cualquier imprevisto. La realidad es que si un percance dentro de nuestras fronteras que nos puede estropear las vacaciones tiene fácil solución, si sucede fuera, los perjuicios se multiplican y las soluciones no son tan sencilla. Por todo ello, tener una cobertura adecuada se hace imprescindible.
Qué cubre nuestro seguro de salud
Si tenemos un seguro médico, en la mayoría de los casos, partimos con una cobertura que nos ayudará a solventar los imprevistos más importantes. Por ello debemos empezar conociendo las coberturas del seguro. Estás van desde que cubren (urgencias, medicinas, traslados…) hasta la cantidad máxima que incluyen. Esto es más importante de lo que parece si tenemos en cuenta que muchos países tienen una cobertura sanitaria pública muy limitada y la privada puede ser muy cara.
No hay que olvidar tampoco que el seguro de salud se contrata para cubrir prestaciones en España y las coberturas en el extranjero es un añadido más. Esto significa que sólo lo hará para viajes ocasionales, si nos vamos, por ejemplo trabajo, más de 2 o 3 meses, no tendremos esa cobertura y tendremos que contratar una póliza en el país destino.
Por último, es vital que conozcamos la forma de contactar con la compañía. El teléfono, por ejemplo cambia con el que utilizamos en España, ya que en el extranjero no son válidos los números 900. Llévelo anotado y a mano para comunicar cualquier incidencia.
Qué nos ofrece un seguro adicional
Si creemos que esta cobertura es insuficiente o no tenemos un seguro médico, podemos optar por un producto específico para viaje que nos cubra todas las eventualidades. La forma de contratarlo es variada. Generalmente muchos lo hacen a través de la agencia de viajes, a la hora de contratar su viaje o vuelo, pero también empresas de seguros de asistencia lo ofrecen de forma independiente e incluso muchas compañía de salud lo hacen como complemento adicional tanto con productos propios o con acuerdos con otras empresas especializadas.
Es importante en este caso además de analizar las coberturas de salud el resto de las mismas, que van desde gastos como por hospitalización, medicamentos o pruebas diagnósticas como el resto coberturas adicionales. Entre estas se suelen incluir la evacuación en caso de emergencia, los desplazamientos de familiares al país donde ha ocurrido el percance, repatriación e incluso otras, que se alejan de los problemas de salud pero que pueden ser de enorme utilidad como la asistencia legal o las coberturas por la pérdida de equipaje o cancelación del viaje.
Lo importante es tener una cobertura completa de una forma u otra y que con un precio no muy elevado nos permita disfrutar las vacaciones con tranquilidad.
Fuente: cincodias.com